Según Christopher Harty, un estudiante de medicina de Memorial University, que participó en la investigación, un parto tiene un gasto calórico similar al de los maratonistas. Al estar en ayunas, la acidez de la sangre incrementa y puede reducir las contracciones, lo que significa un parto más lento y un puntaje de salud más bajo en el recién nacido.
No obstante algunas mujeres no están exentas del riesgo,aquellas con embarazo de alto riesgo. El comunicado de prensa de la Sociedad Americana de Anestesiólogos recomienda preguntarle a tu doctor si puedes comer algo ligero como una sopa, tostada, frutas o un sándwich.
Las mujeres que comen durante el trabajo de parto son menos propensas a necesitar oxitocina y requieren una menor cantidad de medicinas para el dolor. Comer gelatina, frutas o tostadas puede ayudar a almacenar energía para usarlas cuando se necesiten. También se recomienda tomar bebidas transparentes como jugo de manzana, té o caldo. Lo fundamental es consumir alimentos ligeros.
En mis tres partos no pude comer absolutamente nada. Sólo hielo o tomar jugo.